miércoles, 23 de mayo de 2012

De Bellis Antiquitatis

Estaba buscando con Google algo que tenía las siglas "DBA" (ahora mismo no recuerdo qué era) cuando di con este wargame de tablero (se ve que ahora hay que especificar) que no conocía: De Bellis Antiquitatis.

No soy muy versado en wargames ni juegos de miniaturas. Es un mundo que siempre me ha llamado la atención. No despotrico de WarHammer, Chronopia y similares, pero lo de que verdad despierta mi interés son los juegos de miniatura de reglamento genérico, o dicho de una forma clara, aquellos a los que puedes jugar con chapas, si quieres, y no los que no te obligan a jugar con figuritas y miniaturas de la marca. Por ejemplo, el Semper Fidelis que salió hace tantos años, que nunca he conseguido ver en una tienda y del que hay buenas referencias (y que me acabaré comprando en DracoTienda o similares).

Lo de las miniaturas, está claro que añade mucha chica a un juego de este tipo. Entiendo perfectamente a los fanáticos de la recreación histórica y puedo disfrutar de un ejército de napoleónicos bien pintado, aunque no creo que yo tenga la paciencia de montar algo así. También están las fantásticas miniaturas de los wargames de fantasía, vistosas y chulísimas, aunque a veces esa sensación de vender por vender que se nota en algunas casas le quita algo de gracia al asunto.

Así es como presentan el juego en la Wikipedia:

De Bellis Antiquitatis (más conocido por sus siglas DBA) es un juego de miniaturas histórico, basado en las épocas comprendidas entre la Edad Antigua y la Edad Media, en el periodo del 3000 a. C. al 1485 d. C. Este juego permite recrear batallas entre dos o más facciones, de corta duración en comparación con otros wargames y con muy pocas figuras, de una manera real y divertida. Las reglas incluyen un sistema de campaña y más de 250 ejércitos. DBA es una producción de Wargames Research Group y fue el primer juego de la serie DBx, en la que ahora se incluye De Bellis Multitudinis (una versión más compleja de DBA), Hordes of the Things (la versión de fantasía) y De Bellis Renationis (abarca la época renacentista).

Me atrae especialmente el periodo histórico que cubre el juego. Tiene también buena pinta lo de que necesite pocas figuras y que las partidas se prometan rápido y divertido.

Hay incluso una versión online del juego. Sin embargo, conseguir las reglas no parece una tarea fácil. En Amazon, por ejemplo, aparecen varias referencias y lo único que parece claro es que se puede conseguir su descendiente De Bellis Multitudinis por 22 dólares en segunda mano. No me seduce: eso de que Multitudinis se describa como una versión "más compleja" según la Wikipedia es promesa casi segura (y lo digo sin haber leído ninguno de los reglamentos) de que esa versión ha perdido la frescura del DBA original.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Valerian

He redescubierto hace unas semanas Valerian, la colección de tebeos creada en los años 70 por Mezières y Cristin. Cuando era niño, algún pariente bienintencionado, sabiendo lo mucho que me gustaban las navecitas y la ciencia ficción, me regaló el álbum "Los rayos de Hypsis". Recuerdo que, en efecto, el comic me llamó mucho la atención, aunque después de leerlo me dejó con una sensación de incomodidad, ya que el argumento era bastante adulto e incluso un poco blasfemo: hacia el final de la historieta, aparecen Dios Padre, Jesucristo y el Espíritu Santo, caracterizados como un hombre gordote y malhumorado, un joven hippy desaliñado y una máquina tragaperras (!).

Hace unos años, Normal Editorial reeditó la colección. Compré el primer tomo, pero hasta hace unas semanas no he tenido oportunidad de leerlo con tranquilidad. Ha sido una revelación: pese a mi primera impresión negativa, es verdaderamente bueno. No he podido evitar comprarme los dos tomos siguientes. La mayor parte de las historias son de aventuras sin mucha complicación. Valerian y Laureline son dos agentes espacio-temporales que desempeñan misiones en distintos planetas de la galaxia, y se ven enredados en todo tipo de aventuras: derrocar tiranos, evitar catástrofes planetarias, o acabar con guerras entre especies alienígenas. Estas primeras historias, en general, no son tremendamente originales, aunque algunos episodios sí sobresalen, como "Mundos Ficticios", en el que vemos clones de Valerian morir como moscas en la persecución de un misterioso ser por toda la galaxia. Por lo que he leído, según avanza la serie las historias se van haciendo más ambiciosas en cuanto a temática (como ya pude comprobar siendo niño).

En cualquier caso, más que las historias, lo que hace la serie tan entretenida es el tono, irónico y ligero. Esto se debe en su mayor parte a la química entre los personajes protagonistas.Valerian es el típico hombre de acción, intrépido e impulsivo, pero también torpe y metepatas, algo por lo que Laureline, mucho más sensata, está constantemente burlándose de él. Ambos personajes están todo el rato haciendo bromas y tonteando el uno con el otro.

Pero sobre todo, lo que creo que convierte este cómic en una obra maestra son los dibujos, y más en concreto, cómo el dibujante imagina y plasma en el papel los mundos que Valerian y Laureline visitan. Uno realmente se ve transportado a esos paisajes evocadores. Los palacios y edificios en particular son una delicia para la vista.

Como curiosidad, hay quien acusa a George Lucas de haber plagiado Valerian con "La Guerra de las Galaxias". Creo que es una exageración, pero hay entre el tebeo y la película semejanzas bastante sorprendentes, como explica esta web.